Cuando tenía 17 años una maestra que leía la mano me dijo que a los 33 años sufriría un accidente grave y que aunque veía más en mi futuro no tenía más que decirme, como si todo se quedara en blanco.
Cuando tuve a mi primer hijo, al año de esto murió mi Papá de una enfermedad que se manifestó 25 días y así le toco decir Hasta Luego.
A raíz de esto, de tener un niño pequeño, desarrolle una fobia que se llama “cancerofobia”, en ese entonces tenía unos 27 años y recordé como si volviera de una terrible amnesia lo que esa maestra 10 años antes me dijo.
Los siguientes 3 años fueron llenos de ansiedad por el futuro, no disfrutaba la vida y lo buena que era conmigo por pensar que me acercaba a los 33 y que se cumpliría lo que me había predestinado esa maestra, que tonta fui en ese entonces, porque nunca he creído en el destino, pero era más mi afán de vivir en el futuro lo que no me dejaba gozarme mi presente.
Llevo 6 años que esa sensación se fue de mi vida, GRACIAS INFINITAS A DIOS Y SU UNIVERSO POR ESO.
…y ahora con los 36 cumplidos siento que vivo al segundo, me permito solo bonitos pensamientos de lo que vendrá, ¿y para que pensar diferente? Créeme no cambia en nada permanecer en el mundo del pesimismo.
Ahora no pido permiso de lo que siento que es bueno para mí y que no obstruye el camino de otro, ahora simplemente ando, con un caminar seguro, con agradecimiento en cada parte de mi ser por EL HOY.
Siento agradecimiento por esa Maestra porque de no haberme dicho eso, no me habría hecho accionar mi búsqueda espiritual, la que hoy me hace sentir en paz.
36!!! ya más cerca de los 40.
Suena a un número glamoroso en mi cabeza, donde la experiencia, los años vividos, los recuerdos, las historias se acumulan sin garantizar que TODO LO puedo cambiar.
36!!! WOW que bien me siento con mis nuevos y únicos 36.
Meli.